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Uno de los acabados más deseados en los proyectos de interiorismo es el que proporcionan los suelos de madera natural frente a los suelos laminados. Un material tan especial tiene múltiples ventajas y también plantea muchas dudas a la hora de elegir la mejor opción. Desde Dimensi-on queremos ayudarte y ponértelo un poco más fácil en tu elección, aportándote todas las claves sobre el tipo de revestimiento más adecuado a tus necesidades y las de tu hogar.
La proliferación y perfeccionamiento de los materiales sintéticos han hecho de los suelos laminados una alternativa a los suelos de parquet o las tarimas de madera de toda la vida. En este hecho también tienen mucho que ver dos factores importantes: el precio y el mantenimiento. Si hace unos años la tarima flotante irrumpió en el mercado de los revestimientos para suelo causando una auténtica revolución, la diversificación y oferta de productos, tanto para interior como exterior, ha puesto al alcance de casi cualquier bolsillo la posibilidad de conseguir resultados altamente estéticos. Pero la pregunta del millón es, ¿qué diferencias existen o cuál es la que más nos conviene según el tipo de espacio y proyecto?
También vivimos un momento en el que todo lo ecológico y lo sostenible tiene tanto peso e importancia para algunas personas que, indiscutiblemente, prefieren la madera para suelo a los sucedáneos sintéticos. Así pues aspectos como el precio, la forma o cómo y cuándo mantener el suelo de madera de su casa, inclinan la balanza hacia lo natural.
Esto hace que los suelos de madera maciza sigan teniendo muchísimos adeptos con independencia de sus precios. Aunque los laminados han perfeccionados sus acabados hasta el punto de parecer cada vez más reales, es innegable que la presencia y el aspecto de la materia prima original sigue siendo inimitable.
Si ha llegado el momento de cambiar el suelo de tu casa y estás convencido de que quieres la opción más natural, debes informarte sobre los pros y los contras de un suelo de madera interior (o en su versión outdoor: suelos de madera para terraza o jardín). Después de buscar y recabar todos los datos relevantes, tras filtrar los mensajes y reclamos de la abundante publicidad de empresas fabricantes, es posible que te encuentres ante una importante disyuntiva sino ante un buen montón de dudas sin respuesta acerca de este tipo de productos.
Aquí es donde se hace fundamental la labor de asesoramiento de un profesional. Como sucede con el resto de productos utilizados en la construcción y el interiorismo, en la elección de un suelo de madera es importante disponer de todos los datos de cara a su instalación y posterior vida útil.
De la misma manera que en una reforma la electricidad, la fontanería y las ventanas son importantes o disponer de toda la información sobre el tipo de puertas más adecuadas para nuestro hogar es crucial, disponer de las recomendaciones, consejos e ideas sobre los suelos de madera maciza como material en la decoración de viviendas resulta clave a la hora de hacer una elección tan importante. No en vano su integración con otros accesorios decorativos y el propio mobiliario, forman parte de los propios criterios de elección de un suelo de madera.
Si estás realizando la reforma o la obra de tu hogar con un estudio de arquitectura de interiores, ellos te ayudarán en la elección de una madera que reúna las condiciones de estética, funcionalidad, durabilidad y resistencia más convenientes. Como bien puedes imaginar, tipos de suelos de madera hay muchos y cada uno de ellos tiene sus particularidades concretas que los diferencia entre sí de otros tipos de suelos de tarima flotante.
Como la elección de materiales suele hacerse en el showroom o tienda de una empresa proveedora, contarás además con las recomendaciones basadas en la ficha de producto del fabricante y la propia experiencia de personas acostumbradas a la comercialización y manipulado de madera de todo tipo.
La madera como materia prima es muy resistente. Existen variedades muy apropiadas de madera como el nogal, la haya o el roble para su uso en suelos. La elección de una especie u otra de madera vendrá determinada por diversos condicionantes como la intensidad del uso que vayas a darle, factores ambientales o tu presupuesto. No en vano los suelos de madera y su precio es uno de los factores fundamentales a la hora de su prescripción y elección al realizar una reforma.
Las variaciones entre maderas también incluyen el aspecto estético. A diferencia de los suelos sintéticos u otro tipo de pavimentos producidos en serie donde todas las piezas son absolutamente idénticas, lo natural siempre garantiza un toque de unicidad al igual que sucede en el caso de los muebles.
No hay dos árboles iguales como tampoco lo son las características entre especies. Esto hace que cada tablilla o listón de las maderas para suelos interiores sean únicos e irrepetibles: identificables por sus propias vetas, sus nudos así como por sutiles variaciones de tonalidad. Precisamente esa natural imperfección de su naturaleza, es lo que hace irresistible a parquets, tarimas y resto de productos fabricados en madera.
Y no solo en los interiores sino también en aquellos proyectos que requieran suelos de madera para exterior como en el caso del diseño de espacios como terrazas o jardines. En comunión con el paisajismo e integrado con plantas y una adecuada iluminación, la transformación de los espacios abiertos puede convertir un ático, un patio o la zona de una piscina en un auténtico oasis paradisíaco.
Desde el origen de los tiempos el hombre ha utilizado la madera para protegerse de las inclemencias del tiempo en todo tipo de construcciones. Su capacidad aislante la convierte en un modulador perfecto para el control de la temperatura, proporcionando una agradable sensación térmica tanto en los meses fríos como en aquellos en los que hace más calor. Por tanto es un tipo de material que, como revestimiento, contribuye a la climatización de hogares y de todo tipo de espacios en conjunción con las ventanas y sistemas de calefacción / refrigeración de nuestras casas.
Otro de sus beneficios es que es tiene un efecto positivo en mejorar la acústica, ya que reduce el eco y el efecto de las reverberaciones producidas por el sonido. No en vano es uno de los productos más presentes, por ejemplo, en los estudios de grabación. Aunque es cierto que cuando caminamos sobre él a largo plazo puede “crujir” bajo nuestros pies, para muchas personas es una sensación tan placentera como la de escuchar música o la del mero hecho de andar descalzo sobre madera.
Que sea un producto con un origen natural hace de él una opción mucho más indicada para personas con problemas de alergias. Al igual que sucede con los tejidos naturales en fibras como el algodón o el lino, la madera no es precisamente el paraíso de los ácaros del polvo sino al contrario.
Instalar un suelo de madera en baños y cocinas está totalmente desaconsejado. El exceso de agua y de humedad son contraproducentes a largo plazo. Sin embargo, es aquí precisamente donde los laminados por su precio y su composición sintética son la alternativa perfecta de cara a este tipo de estancias. En el mercado existe una amplia variedad de productos adaptados en catálogo a la venta, donde encontrarás sustitutos idóneos con el aspecto de suelos de tarima natural pero con las ventajas de los materiales fabricados por el hombre.
Y recuerda que también existen revestimientos en cerámica imitando madera de un realismo absolutamente increíble, hasta el punto que a simple vista te costará encontrar las diferencias entre uno y otro.
Una vez elegido el tipo de suelo de madera hay que instalarlo. La colocación de una tarima o parqué de madera requiere de un mayor dominio y complejidad que otro tipo de suelos y no solo por el tipo de herramientas sino por el propio oficio y dominio del producto. Esto hace que sean necesarios los servicios de un instalador profesional. El resultado se hará ver y sentir tanto en el acabado como en la calidad de los remates: desde amplias superficies como un salón, un comedor o un dormitorio a zonas como las escaleras.
En este sentido es además muy importante una adecuada preparación del solado, acondicionando la superficie sobre la que se va a instalar. Es imprescindible que esté tratado y preparado para que todo quede perfectamente nivelado y sin imperfecciones. Ante todo es vital tener la seguridad absoluta que la instalación va a estar a la altura de calidad del propio suelo o tarima de madera.
Su limpieza regular no implica mayor dificultad. Generalmente la empresa suministradora te dará una serie de sencillas pautas para que lo mantengas en óptimas condiciones, aconsejándote los mejores productos de limpieza para cada tipo de suelo. De manera periódica y al igual que haces con el resto de elementos de tu hogar, puedes abrillantar o encerar su superficie mediante productos domésticos y procesos sencillos para que mantenga todo su esplendor. Muchos de ellos se encuentran disponibles en la sección de droguería de grandes superficies.
Como te decimos, en este sentido es muy importante que sigas las instrucciones del fabricante así como de la empresa instaladora. Un correcto mantenimiento es una de las garantías de calidad para preservar su aspecto y belleza. Para asesorarte sobre este particular hemos creado nuestra propia firma: Tarimadecor.
Cada ciertos años la madera necesita de un cuidado más profundo, lo que implica lijar y/o acuchillar su superficie para devolverle su lustre original. Estos procesos deben ser realizados por manos expertas para la que es sin lugar a dudas más importante de todas las tareas: el barnizado.
Barnizar un suelo de madera requiere de conocimientos y de personas con oficio que sepan lo que se hacen con el producto. Es desde luego una cuestión estética pero también práctica, ya que este proceso además hace las veces de protección de la superficie gracias a la capa de barniz recomendada por las empresas fabricantes.
Por otro lado hay que tener muy en cuenta que tanto la periodicidad en el mantenimiento como el tipo de cuidados de un suelo de madera interior frente a una tarima de madera para exterior, no tienen nada que ver.
Existen además otro tipo de acabados para suelos diferentes al barniz gracias al desarrollo de nuevos tratamientos para la conservación de la madera, con aspecto muy natural. Nuestra recomendación es que te informes y te dejes asesorar adecuadamente para saber si en tu caso, cumple con todos los requisitos que tu casa y tu tipo de vida implican.
Un error común en este tipo de suelos es posponer el mantenimiento para cuándo ya es demasiado tarde. El período entre un mantenimiento y otro depende de varios factores, pero principalmente del uso. Un plazo razonable suele ser cada 8 o 10 años, pero puede variar según el tránsito, la acción del sol o la limpieza de la madera.
Este es además el momento perfecto para arreglar o reparar aquellas piezas que hubiesen podido sufrir algún desperfecto como consecuencia del uso. Un consejo: aunque es raro que a la larga tengas que sustituir alguna pieza, te recomendamos que siempre guardes algún excedente de material como se hace por ejemplo con los azulejos, por si hubiese alguna eventualidad. Así te asegurarás que los materiales proceden de la misma partida, garantizando el estándar de calidad y el propio aspecto del producto acabado.
Y otro punto importante: en este sentido el grueso de la propia madera que escojas determinará el número finito de veces que tu tarima o parquet puede ser lijada y acuchillada. Con cada remozado, es inevitable que tu suelo se vuelva un poco más delgado. ¡No lo olvides!
Al igual que sucede con otros materiales, actualmente la combinación de un suelo de madera con otro tipo de revestimientos es tendencia. Llevamos años viéndolo con la pintura y los empapelados y, actualmente, es muy común ver una tarima mezclada con un suelo hidráulico de baldosas. Las combinaciones son infinitas y las posibilidades de productos ilimitadas.
Además de de ser un recurso en la decoración muy efectista, también sirve para acotar y diferenciar zonas, separar ambientes, restar uniformidad visual, contrastar y dar un toque a los espacios altamente original. Por ejemplo, acotar la zona del comedor respecto del salón o crear un “pasillo imaginario” que conecte zonas de la vivienda en una estancia diáfana casi sin tabiques, tras un proyecto de distribución.
Tradicionalmente el ángulo de entre el suelo y la pared se ha rematado colocando un rodapié. Como con casi todo en estos días, las variedades y productos que ofrece el mercado son inabarcables. Por tanto, con independencia del tipo de madera y el color que elijas, si lo tuyo es el rodapié encontrarás uno que se adapte a tus gustos: recto, de pecho paloma, más altos o más bajos, gruesos, con formas o modernos metalizados.
A nosotros en particular nos gusta que contrasten tanto en la forma como en el diseño de sus líneas. Pero los rodapiés también pueden ser una prolongación del propio suelo de madera, eligiendo un tono que se asemeje en todo lo posible a la tarima.
¿Y si prescindo del rodapié? Desde luego es otra alternativa totalmente válida que, con un poco de cuidado y de ingenio, puede quedar realmente alucinante. Practicando un hendido en la pared y poniendo una tira de led el efecto es brutal.
¿Ya te has decidido a poner un suelo de madera o, finalmente, te decantas por otra opción?
En Dimensi-on te ayudamos con todo el proceso de elección decorativa para cualquier espacio o construcción, consulta más información con nuestros profesionales contactando con nosotros.
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