El Asturiano

El Asturiano

 

Esta era la segunda intervención que nuestro estudio Dimensi-on hacía en este restaurante situado en el madrileño barrio de Vallecas. Anteriormente habíamos tratado y rehabilitado la fachada para darle un aire más actual a los exteriores. El Asturiano es un negocio familiar que presentaba una estética más tradicional, con esa esencia inequívoca de buena taberna de toda la vida.

Cuando los hijos de la propiedad tomaron el testigo y éste pasó a la segunda generación, decidieron acometer una renovación integral y no solo en los aspectos constructivos. Empezando por la carta, siguiendo por la identidad visual corporativa y terminando por las propias instalaciones, la intención de la dirección era  conservar su esencia y dilatada trayectoria, pero con una propuesta 360º totalmente actualizada.

La premisa ha sido que un bar de toda la vida, encarne una modernización imprescindible sin que su clientela  se sienta extraña o la perciba como un cambio radical, preservando y manteniendo guiños a su larga singladura y pertenencia en el contexto del barrio.

Para ello ha sido necesario someter al local a una reforma integral con el objeto de convertirlo en un espacio cien por cien abierto, conectado y muy luminoso, con numerosos guiños a través de elementos y materiales que traen a la memoria sus raíces e identidad astures.

El grueso de las obras ha alcanzado también las zonas privadas como la cocina, dotándola de los más modernos sistemas de extracción, electricidad y fontanería según la normativa vigente. Desde el ámbito de la funcionalidad, la meta ha sido optimizar el servicio haciendo de este espacio un entorno infinitamente más práctico de cara al desarrollo de su trabajo.

 

Entre vergel y la industrialización

 

Para obrar semejante transformación hemos empleado materiales muy en bruto, dejando pilares y vigas de hormigón vistos. Las paredes presentan un acabado de reminiscencias rústicas mediante un tendido de Aguaplast.

Por su parte, las maderas utilizadas en el mobiliario, puertas y trabajos de carpintería, dan la sensación de no estar apenas tratadas. Una simpleza y sencillez que también hemos trasladado al apartado de las instalaciones, también a la vista, como en el caso de los baños con las tuberías de superficie en lugar de ocultas.

Un encuentro entre dos mundos en apariencia antagónicos, donde confluyen lo rural y lo industrial: la belleza del paisaje asturiano rico en vegetación y la importancia de la cuenca minera y de la industria pesada, características del Principado. Es por ello que hemos jugado mucho con el verde, empleando vegetación que, aunque artificial, evoca  la exuberante flora de Asturias.

 

Comedor 

 

Como sucede en todos nuestros proyectos, la iluminación tiene gran importancia en la transformación del espacio. La totalidad de las luminarias son de superficie: apliques, lámparas decorativas de suspensión y carriles electrificados según la zona, se combinan.

En el comedor hemos creado una iluminación perimetral enfocada a las mesas, gracias a la direccionalidad que ofrecen los carriles. Mediante la retroiluminación indirecta que facilita la incorporación de una tira LED emplazada tras el respaldo banco Mustang de obra, hemos potenciado la textura de la superficie irregular de la pared.

Una de las principales novedades en favor de la actualización era que la propiedad del El Asturiano, quería introducir largas mesas corridas de grandes dimensiones conocidas en el ámbito de los proyectos de interiorismo estratégico y de la restauración como “family tables”. Un concepto muy europeo que paulatinamente gana adeptos y popularidad en España, en las que el cliente comparte espacio no solo con sus acompañantes, sino también con otros clientes.

Por sus proporciones dichas mesas se ubican en la zona central del comedor, apoyadas por la iluminación cenital decorativa de las lámparas colgantes en madera de distintos tipos. que acentúan ese toque campestre. En torno al conjunto de las mesas se disponen una miscelánea de diferentes modelos de sillas en formas y colores dispares para con la idea de conseguir una ambientación más distendida e informal.

Nuestro equipo de interioristas ha diseñado un botellero colgante en hierro de aspecto industrial para uno de los productos estrella de la casa: la sidra asturiana, situada sobre un mueble aparador que hace las veces de office.

Una de las grandes bazas de la fachada son los enormes ventanales que aportan gran luminosidad natural. Para generar privacidad entre el exterior y el interior, hemos dispuestos árboles artificiales de mediana altura en maceteros que, en realidad, son bloques de hormigón visto.

Para reforzar la imagen de marca encargamos un cartel artesanal ejecutado por Bombadearte. Se compone de una serie de rodajas de tronco de árbol sobre las cuales, está grabada al fuego cada una de las letras del nombre del El Asturiano. Una original forma de hacer «branding» muy en sintonía con la estética del local.

El suelo presenta la particularidad de un encuentro de dos materiales cerámicos,  uno de ellos en imitación madera de  gran resistencia, delimitando visualmente el banco corrido con respecto al resto del comedor.

 

Zona de barra y transición 

 

En la barra optamos por poner un espejo de bronce retroiluminado para amplificar la profundidad y luminosidad de esta zona clave visible desde el umbral de entrada de la puerta. Hemos diseñado y fabricado un botellero colgante de corte industrial iluminado con tira LED, que le otorga gran importancia de cara a causar una cautivadora impresión nada más acceder al local.

La barra de obra está también retroiluminada en la parte baja, para aligerar su aspecto y matizar el revestimiento en un azulejo tipo metro con la madera superior de superficie.

Las lámparas de techo consisten en una serie de  unos apliques de diseñados por Dimensi-on en forma romboidal, complementando muy bien la iluminación de la zona, en consonancia con la iluminación de la pared y reforzando a su vez la parte decorativa.

Como separación de ambientes hemos levantado una celosía metálica en la entrada y a modo de delimitación, instalando una serie de mesas corridas altas de chapa de deployé en negro. Éstas separan la entrada del interior del comedor, dirigiendo el paso de los clientes hacia la barra de cara a ser atendidos por los cameros y adjudicarles así mesa.

La zona intermedia de paso entre el comedor y la barra está presidida con un jardín colgante suspendido. La luz artificial se desliza a través de las hojas emitidas por una serie de focos camuflados. Un área que también se diferencia porque los asientos son distintos a los del resto del local, al ser bancos en lugar de sillas en un falso capitoné. Como iluminación complementaria se han instalado apliques muy llamativos en vidrio que, por su forma y acabado, proyectan haces de luz de forma radial.

 

Aseos

 

En el recodo de acceso a los aseos, hemos aprovechado el distribuidor para colocar un panel retroiluminado en madera y una tira LED flexible con la que hemos recreado el isotipo de El Asturiano.

El interior de los baños están revestido en la parte alta con un papel pintado de motivos botánicos que rememora a los bosques asturianos. Por su parte, el zócalo que protege las partes húmedas supera la media altura y está alicatado en un azulejo tipo metro en color azul cobalto, rematado en el encuentro con el papel con un junquillo de madera.

Los lavabos cerámicos de superficie convencionales han sido sustituidos  por un cubo de zinc con grifo de jardín, sobre una encimera de madera en forma de ángulo para facilitar y aprovechar el espacio y favorecer el paso.