Muchos habréis oído hablar sobre este estilo que combina los criterios de decoración orientados al bienestar y a una mejor calidad de vida. Pero , ¿qué es realmente y en qué consiste? ¿Cuál es su origen? Para explicarnos sus fundamentos hoy contamos con este artículo firmado por Dolors Arroyo de Bcnfengshui, un estudio especializado en proyectos de este tipo para el hogar, negocios y oficinas.
El Feng Shui es un antiguo sistema filosófico chino que nos permite gestionar un espacio para que influya positivamente en las personas, influyendo en su carácter, relaciones, salud y prosperidad.
El Feng Shui parte de la relación entre los 5 elementos: fuego, tierra, metal, agua y madera. Según se combinen éstos sabemos si la energía que habita un ambiente es favorable o desfavorable.
Para poder aplicarlo en decoración es necesario hacer un estudio previo de la energía que hay en las 8 orientaciones o puntos cardinales que hay en el lugar. Partiendo del centro de gravedad de la planta, se marcan de forma radial los 8 puntos cardinales y se analizan según la orientación de la Fachada YAN (fachada por la que entra más luz natural). Se obtiene midiendo los grados de la fachada respecto al norte con una brújula especial llamada Luo Pan y teniendo en cuenta el año de construcción o de la última reforma.
Estos datos nos dan información sobre qué elementos habitan en cada orientación para, de este modo, poder aplicar las llamadas Curas que no es nada más que aplicar el elemento necesario. Si la relación entre elementos es positiva añadimos los elementos que la favorecen, y si es negativa la favorecemos añadiendo los elementos que la neutralizan.
Cada uno de los elementos corresponde a un color, objeto, material, forma o imagen. Por ejemplo: El elemento tierra tiene como colores los marrones, amarillos, ocres y terracotas.
También debemos considerar la energía que nos trae cada cambio de año chino, que suele empezar alrededor del 4 de Febrero, para poder realizar las Curas anuales correspondientes. Esta energía no es tan fuerte como la que habita el lugar, pero la tenemos en cuenta para que no existan contradicciones con las Curas generales aplicadas.
Otro punto a observar, y que tiene mucha importancia, es la Geobiología. Analizamos las zonas y localizamos los puntos geobiológicos que puedan ser negativos, como por ejemplo desagües, tuberías, manantiales subterráneos, pozos y otros, para evitar que las personas estén ubicadas sobre ellas.
A partir de estos datos ya podemos distribuir los ambientes buscando para cada persona o situación el lugar más favorable. Por ejemplo, en un despacho de oficinas y en función del cargo que desempeñe cada persona, la situaremos en una zona u otra para que la energía le favorezca lo máximo posible.
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